Para muchas personas, es casi obligado tener una lista de
propósitos para iniciar el año. Es el compromiso que parecemos adquirir con
nosotros mismos en nuestro intento de ser mejores.
Gimnasios y clínicas para bajar de peso y dejar de fumar,
quizá sean los negocios más favorecidos los primeros meses del año, en los que
la mayoría de la gente busca conseguir sus propósitos de bajar de peso y dejar
los “ malos hábitos”.
Desafortunadamente, para muchas de ellas, la imposibilidad
de ver cumplidos sus propósitos se repite una y otra vez.
¿Por qué resulta tan difícil cumplir esos propósitos de año
nuevo? ¿Por qué la mayoría los abandona en el segundo trimestre del año? ¿ Qué
necesitaremos para conseguirlos? A continuación una lista, no de propósitos,
pero si de explicaciones sobre ellos y recomendaciones para ayudarte a lograr
tus propósitos de año nuevo.
1.
Tener muchos propósitos. Tener una larga lista
de propósitos puede ser la razón por la cual no podamos conseguirlos. Valdría
la pena concentrarse en uno o dos, que a su vez, estén ligados a tus objetivos
o valores personales (lo explicaremos en el siguiente punto).
2.
Los propósitos deben ser significativos. Para
poder acotar nuestra lista, es necesario que determinemos cuales de esos
propósitos, son realmente importantes para nuestra vida. Por ejemplo, ser talla
5 puede ser irrelevante a menos que seas un (a) modelo que dependa de su imagen
corporal.
3.
Los propósitos deben ser específicos. “Ser
feliz” puede ser un excelente propósito para iniciar el año, pero es poco
específico. En este caso, conviene traducir el “ser feliz” en acciones más
concretas como realizar actividades que nos procuren placer, pasar más tiempo
en familia, disfrutar más lo que hacemos o prestar menos atención a las cosas
que nos desagradan.
4.
Los propósitos deben generarte el suficiente
entusiasmo para permanecer en su búsqueda, es decir, que te mantengan motivado
y comprometido. Los propósitos que no generan entusiasmo, son abandonados en
cuanto se presentan obstáculos para su logro.
5.
Los propósitos no deben depender de factores
externos. Para asegurarte de poderlos cumplir los propósitos deben depender
prácticamente de ti. “Ser promovido en el trabajo” puede ser un propósito en el
que tu desempeño sea un factor de gran peso, pero quizá entren también otros
factores en juego como las
oportunidades dentro de la compañía, las decisiones de los jefes, el
desempeño de otros que también buscan ser promovidos, etc.
6.
Los propósitos para convertirse en realidad,
deben contar con un plan de acción, es decir acciones concretas que te llevarán
a conseguir esos propósitos: levantarte más temprano para poder ir al gimnasio,
rodearte de la gente que apoyará tus planes, etc.
7.
La visualización de tus propósitos. Visualizar
tus propósitos por sí mismo, no te llevará a conseguirlos, pero si contribuirá
a darles forma. Visualizarte como una persona diferente te hará confiar en tus
capacidades para lograr tus objetivos, además de que te permitirá identificarte
con tu nuevo ser.
Como recomendación, te sugerimos que si dentro de tus
propósitos está el aprender a manejar tus emociones y tu respuesta frente al
estrés, mejorar tu salud y estilo de vida, así como aumentar tu resiliencia
personal, visites www.transformatuestres.com
¡¡Feliz Año 2013!!
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