Las versiones periodísticas señalan que la madre, alrededor de las 7 de la noche, al no regresar el menor a su casa, acudió a la escuela, la cual se encontraba cerrada; fue entonces cuando inició su búsqueda, preguntando a los amigos del pequeño si le habían visto, y posteriormente acudiendo a la policía. Finalmente, por medio de un compañerito, la madre se enteró que su hijo había "sido castigado" por la maestra por no haber terminado su tarea.
En el siglo XXI, todavía existen instituciones, en las que el maltrato y el abuso forman parte de los "métodos de enseñanza". Maltratos que van desde gritos, amenazas, uso del sarcasmo, prohibiciones absurdas y ridiculización de la víctima, castigos corporales, utilizar apodos y sobrenombres, entre otras formas de violencia.
La Secretaría de Salud, en su Informe sobre Violencia y Seguridad, auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció que en nuestro país existe un alto nivel de tolerancia para la violencia que se ejerce contra la población infantil, toda vez que los castigos físicos y el maltrato verbal "son prácticas cotidianas que gozan de altos niveles de aceptación", por lo que no ser trata de ninguna forma, de casos aislados.
Hoy día, que en las escuelas se promueven acciones contra el bullying o acoso escolar, pareciera también importante hablar con mayor insistencia y en un sentido mucho más amplio, de la violencia que se vive en las escuelas, en este caso, del maltrato que pueden y que ejercen algunos docentes con licencia, o lo que es peor en muchos casos, sin ella.
Tristemente, el uso de estas "prácticas y procedimientos pedagógicos" es, como reconoce la Secretaría de Salud, aceptado por una sociedad en la que los padres consienten e incluso en ocasiones, solicitan a los maestros de sus hijos que ejerzan "mano dura" con ellos, ya desde el preescolar, o en años más avanzados. Aquella frase de "la letra con sangre entra" todavía hoy, en el año 2012, parece ser una línea de educación que utilizan, con desacierto, profesores de escuelas públicas y privadas. Hay que recordar que existen diferentes formas de violencia o maltrato, dentro de las cuales se encuentran las que se han descrito con anterioridad.
Cuáles serán las consecuencias de este hecho?
Como especialistas en estos temas, podemos responder que si bien una experiencia no determinará el curso de una historia, cuando se viven este tipo de experiencias una y otra vez, sí se ven afectados los procesos de desarrollo, confianza en sí mismo y la capacidad para establecer relaciones interpersonales sanas.
Efectivamente, y como lo hemos comentado en otros artículos, convertir las dificultades en oportunidades de aprendizaje, forma parte del ser resiliente, pero en este caso nos preguntamos ¿cuál es el objetivo "pedagógico" del castigo? ¿existe algo que el pequeño en cuestión deba aprender de este hecho? Sí, probablemente nunca más deje una tarea sin terminar, pero no lo hará por un deseo genuino de aprender, ni por una motivación intrínseca, sino por el temor (o debemos decir terror?) a las consecuencias.
Vale la pena revisar nuestros conceptos sobre educación y dar mayor importancia a los temas de salud mental al interior de las instituciones.
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Referencias:
En México se tolera el maltrato infantil: ONU http://www.eluniversal.com.mx/nacion/150246.html
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