Esta semana hablando de cómo generar procesos resilientes en
las organizaciones nos referimos a un personaje que como los anteriores casos
cuando hablamos de historias de resiliencia nos confirman que ésta (la
resiliencia) no es solo volver al estado original cómo se pensaba antiguamente,
sino que además implica la capacidad para capitalizar las adversidades en
factores de éxito personal y profesional.
La de Chris Gardner es una historia que además saltó a la
fama porque de su libro autobiográfico, se hizo una película “Pursuit of Happiness” (En busca de la felicidad),
situación a la cual se refiere en su segundo libro “Start where you are” (Comienza donde estás) como algo que en los momentos más
difíciles jamás se hubiera imaginado.
Dos fueron los factores que el mismo Gardner reconoce fueron
claves para superar la adversidad: aquel momento en el que conoció a Bob
Bridges (el hombre del convertible rojo) el cual se convirtió en su motivo de
admiración y por otro lado, el nacimiento de su hijo, y el deseo de éste, al no
haber tenido un padre cercano, de no repetir ese patrón paterno. ¨Quererle dar
a su hijo algo que él no tuvo”.
Mientras que su padre era alcohólico y los maltrataba, su madre fue una figura clave también en su desarrollo: le dijo que él le tenía el poder y responsabilidad de lograr lo que fuera en su
vida.
Gardner abandonó su ocupación como vendedor de equipos
médicos, para reclutarse como trainee sin sueldo en una prestigiada firma de
corretaje. De la mano de su hijo, y abandonados por la esposa de éste tuvieron
que vivir en las calles, pues sin sueldo no podía pagar un lugar para vivir, y
así durmieron en moteles, albergues y baños públicos.
Quien diría que aquel hombre que se presentara en camiseta y
restos de pintura sería aceptado en aquella importante firma? Su inteligencia y
tenacidad, lo llevaron a ser aceptado dentro de ésta, dónde comenzó su carrera
en el mundo del corretaje. Hoy día no solo es dueño y fundador de su propia
firma en Chicago, también se dedica a la filantropía y da conferencias
alrededor del mundo, siendo uno de sus objetivos el desarrollo de mercados
emergentes.
Respecto a esto último, Gardner desmitifica el hecho de que
alguien pueda salir adelante sólo porque se encuentra en un país desarrollado.
Dentro de las lecciones de su libro “Start where you are”
enfatiza en la importancia de la actitud, el ingenio, tener un propósito y no
perderlo de vista “cada paso cuenta, lo importante es seguir avanzando”, la
persistencia, el mantener la perspectiva, entre otras.
Gardner no cree en la suerte “Uno hace su propia suerte”,
cada uno es responsable de haber llegado a dónde está, y del mismo es capaz de
salir de ahí.
Para él, el dinero es el aspecto menos significativo para
alcanzar la felicidad y menciona dentro de sus propias fuentes el estar saludable,
tener dos hijos y estar en disposición de hacer su trabajo.
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