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CONSEJOS DEL DALAI LAMA PARA SER FELIZ




La felicidad es un propósito;  más que depender de las circunstancias externas, es una actitud frente a la vida. Y para ser precisos, y de acuerdo al Dalai Lama, es el propósito de la vida.
Pero cómo lograr lo anterior? Es posible vivir feliz en medio de la adversidad, los problemas, la pobreza o la injusticia? En qué situaciones se puede ser feliz?

Sobre la felicidad, Matthieu Ricard, “el hombre más feliz del mundo” y discípulo del Dalai Lama, señala que quizá para mucha gente la felicidad es algo alcanzable cuando se está en una montaña (refiriéndose al Tibet) alejado de los problemas, y con todo el tiempo disponible para meditar. La realidad es que aun no estando en esas circunstancias la felicidad puede ser alcanzada, es una habilidad, y como tal puede ser entrenada.

Y si bien el Dalai no pretende aconsejar a nadie, a través de sus reuniones con el psiquiatra Howard C. Cutler, reunidas en “El Arte de la Felicidad”, ofrece algunas de las siguientes recomendaciones para lograr ser feliz:

1.       Entrena tu mente. El Dalai Lama aclara que no se refiere solo a la mente como una habilidad cognitiva o intelectual, sino en un sentido más amplio a la psique o espíritu que comprende también los sentimientos. Hay muchas formas de hacerlo, pero una de ellas, señala es identificar aquellos factores que nos conducen a la felicidad  y aquellos que nos conducen al sufrimiento. Una vez hecha esta distinción, cultivar o dedicar tiempo y energía a los primeros.

“Cada día, cuando te levantes proponte utilizar ese día de una forma positiva, en no desperdiciar ese día… por la noche, revisa lo que has hecho, pregúntate: utilice este día como lo planee?”

El entrenamiento sistemático de la mente, seleccionando y enfocándote en estados mentales positivos, es posible y no solo eso, sino que a través de dicho entrenamiento podemos modificar la estructura y funcionamiento de nuestro cerebro, como lo han  demostrado Richard Davidson y otros neurocientíficos, debido a lo que hoy conocemos como neuroplasticidad. Como te comentamos anteriormente, Davidson y otros han demostrado que quienes han pasado más de diez mil horas practicando la meditación provocan cambios en su actividad pre-frontal (no es MAGIA)

2.       Evita basar tu felicidad en tus posesiones materiales. Pues se ha demostrado que al cabo de un tiempo, las posesiones adquiridas no surten más efecto en términos de “hacerte feliz”, ocurriendo un fenómeno adaptativo tras el cual, volverás a tus niveles de infelicidad habituales. Más sobre este tema en nuestro post Felicidad y Resiliencia.

3.       Difiere del placer. Aunque el placer no es malo, muchas personas piensan en el placer como fuente de felicidad, y es por ello que creen que esta es inalcanzable, debido a que las sensaciones placenteras son de corta duración. Piensa si te sería posible comerte en vez de una rebanada el pastel entero, o si podrías estar haciendo el amor días enteros de manera continua (suena romántico pero poco realista)

4.       Practica la compasión.  La compasión, señala el Dalai, no es algo infantil o sentimental, sino que es un valor, que reduce el miedo y permite la apertura hacia la otra persona y consiste en “un estado de la mente de no violencia, no daño o agresión… es una actitud mental basada en el deseo de liberar a otros del sufrimiento y está asociado a un sentido de compromiso, responsabilidad y respeto hacia el otro”. Para desarrollar la compasión, necesitas entender su valor, lo cual te llevará a actuar con convicción y determinación. Y entonces, utiliza métodos para fortalecer la empatía, para visualizarte en la situación del otro.

Por ejemplo, imaginarte en el lugar de tu asociado, de tu jefe, de tu hijo o de aquella persona con la que tienes un conflicto. Ponerte en sus zapatos te permite entender por qué actúa de determinada manera, y una vez que has tenido esa comprensión, y la aceptas, tu estado emocional se modifica. Además, la compasión implica desear el bien del otro, por lo que hacer a un lado los sentimientos negativos y sustituir por sentimientos positivos y de aceptación es el siguiente paso.

Se ha demostrado que practicar la compasión contribuye a una buena salud emocional, induce un sentimiento de felicidad, paz mental y menor depresión.

5.       Reconoce la conexión. Reconocerte como conectado con otros seres humanos, es decir, que compartes intereses, necesidades, objetivos o preocupaciones, es vital para alcanzar la felicidad.

6.       Acepta el sufrimiento como parte de la vida. Normalmente, señala el Dalai, somos pocos tolerantes ante el dolor y sufrimiento y lo evitamos a toda costa. “Sin embargo, si transformamos nuestra actitud ante el sufrimiento, adoptamos una actitud que nos permita mayor tolerancia, podremos contrarrestar los sentimientos de infelicidad, insatisfacción y descontento”.

Dicha actitud reconoce el Dalai, es difícil de lograr cuando se experimenta por ejemplo una enfermedad física, o la pérdida de un ser querido, sin embargo es necesaria para alcanzar la felicidad.

Desde la perspectiva cognitivo- conductual reconocer que una actitud negativa hacia el sufrimiento, no lo disminuye y por el contrario, puede aumentarlo, nos lleva a reconocer los beneficios de aceptarlo.

El sufrimiento “autocreado” es otro de los temas que aborda el Dalai ya que, señala “hay muchas maneras en las cuales activamente contribuimos a nuestra experiencia de intranquilidad y sufrimiento”. Darle vueltas y vueltas a una situación, “sobre-reaccionar” ante las insignificancias o creer que la vida es injusta, tomarse las cosas de manera personal, la culpa y resistirse al cambio, son tan solo algunas de ellas.

Son muchas y de gran profundidad las enseñanzas del Dalai, y sería poco factible abarcar todas ellas en una nota, y aunque en otra ocasión te seguiremos hablando de ellas, esperamos que las aquí resumidas te sirvan para empezar a gestar cambios en tu vida.

Para concluir, recuerda:


La felicidad es tu derecho, EJÉRCELO!


Paz, no es un lugar donde no hay ruidos o trabajo duro, es estar ahí y permanecer en calma en tu corazón.



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